EL 1,2...

Enrique y Nuria eran los mejores amigos desde la prepa. En los festivales de fin de año siempre ganaban el premio de los más populares y guapos de la escuela.

Enrique era alto y fortachón, Nuria delgada y nalgona, tenía unos labios carnosos y sexys, y una mata peliroja envidiada por todas las pubertas de su salón.

Su amistad se basaba en que eran demasiado compatibles en muchos aspectos además del físico.

Eran inteligentes, mega cabrones, castigadores, se vestían como de revista, amaban ir de compras y viajar, pues juntos hacían la mancuerna ideal para ligar.

Por extrañas razones, “se tenían asco”, más bien se querían como si fueran hermanos o primos, Nuria era tan descarada que parecía hombre, sentía como hombre y castigaba como hombre, Enrique, hacía lo mismo, sólo que no sentía como mujer, ni era gay.

Este par tenía ya un récord bastante amplio de cuántas parejas habían destrozado, desde la prepa, hasta ahora que estudiaban en la misma universidad.

Si estos cabrones carita, entraban a una fiesta, y veían alguna pareja que les gustara, él le bajaba la vieja al güey, y ella sin duda se quedaba con el otro cabrón.

La cosa era encontrar siempre parejas que les gustaran, si uno de los dos era feo, hacían pacto y no los ligaban, en tanto, sólo se divertían el resto de la noche, su estrategia era suave como la mantequilla, ( o como diría el fallecido Jackson, Smooth criminals…), cuando Enrique ya estaba con la monita del otro y Nuria con el novio de esta, los otros no se habían dado ni cuenta de cómo había ocurrido, pero ya estaban ahi, encandilados y hasta besándose con ellos, la estrategia era alejarlos el uno de lo otro, era una especie de acorralamiento y juegos mentales, que créanme, no cualquiera.

Saliendo de la Uni, se fueron con la banda a un bar en Santa fe, (entiéndase que la escuela está en la misma zona…) a pesar de que iban en bola, ellos dos ya no perdían la costumbre de hacer el 1,2… así le llamaban, era su lenguaje local, localizaban a una pareja, como lobos, se miraban, y decían, ¿Hacemos el 1,2…?
asechando a sus presas… sin importarles  mucho la edad de sus víctimas, aunque generalmente eran de su edad. El punto, es que hasta ahora no se habían llevado a nadie a la cama, a pesar de hacerse los muy chingones, ligones y salchichitas, de los besos y el faje, sus desmadres no pasaban.

En alguna ocasión se ligaron a una pareja de alemanes; el alemán, acostumbrado a su desabrida novia, con cara de elote blanco y pelos idem, sin curvas, piel tan blanca que parecía brillar en la oscuridad ( léase, novia flourecente), se dio gran agasajo con la Nuria, y la alemana Mrs. Corn, no se la acabó con el mamadito de Enrique tan morenazo y sabrosón, esta pareja se llevó un gran sabor de boca a Stutgart, gracias a este par calientes.

En un Acapulcazo le dieron baje a una pareja que justamente iba en despedida de solteros, pues al otro día se casaban… y bueno, cada uno en distinto extremo del Baby´O hicieron de las suyas, orgullosos y crudos al otro día, conversaban en la alberca, justo a la hora en que se llevaba a cabo dicha boda… “No mames, con que el cura no le diga al cabrón, aceptas a Nuria como tu futura esposa…” Y se cagaron de risa bebiendo su clamato, (qué pinche cinismo en las rocas ¿no?).

En el festejo del examen profesional del hermano de Enrique, cayeron todos en un after, este par de hijos de su madre, entraron al antro tomados de la mano partiendo plaza as usual, buscando su objetivo (tipo el pinche terminator… TARGET… “tut tut”).

Así en la barra vieron a una pareja bastante atractiva, (bueno, medio chacalona, hagan de cuenta, Bobby Larios y Niurka, nacos pero sabrosos…)

Se voltearon a ver como siempre, y dudando un poco, dijeron; ¡VA!, aplicando el 1,2…

Se acercaron primero a pedir un trago, él del lado de la “Niurka” y ella del lado del “Bobby”, (bueno es ke  no tengo puta idea de cómo se llamaban, pero así me captan la idea, ¿va?), y claro que llamaron la atención de ambos, como siempre, Nuria le preguntó al tipo, qué estaba tomando y Enrique hizo lo mismo con la rubia artificial de acento extraño.

Y así comenzó la charla entre los cuatro, todo parecía pintar como siempre, pero esta vez las cosas serían diferentes…

Los cazadores saldrían cazados; antes de que Nuria comenzara a hacerle más platica al sabroso que tenía más de 30, éste la tomó de la cintura y la pegó a su mamado cuerpo, y la güera a huevo, le metió la mano derecha en la bolsa trasera de los jeans a Enrique, apretando traserito.

El par de cabroncitos se volteó a ver, como que eso no era lo que siempre dictaba el guión… y hasta medio nerviosos se pusieron. Pero continuaron con el plan, pues creyeron tener todo bajo control, como siempre.

Aquí lo extraño es que la pareja de “edecanes” parecía disfrutar con el nuevo ligue… ¡Y CÓMO NO SI ERAN SWINGERS! pero los amiguis no lo sabían.

De entrada no había pedo, pues Nuria y Enrique eran amigos y no tendrían que interactuar, bueno eso era lo que los crédulos pensaban.

A los pocos minutos el mamado ya le estaba encajando el diente a Nuria, dándole unos besos tipo los que dan los streepers cuando les pagas (YUK, lavado de anginas…) lo cual la incomodó un poco, pero ella le siguió… y a Enrique, la güereja, ya le andaba poniendo la mano en el paquete frontal, (o you name it…) y cero a discreción, pero en los after todo mundo anda re pedo y vaya la redundancia, también en su pedo.

Este cuarteto salió del antro, convencido de seguir la fiesta en el depa del “Bobby” que quedaba a algunas cuadras del after.

Al llegar, los amigos cruzaban miradas de código pero a ciencia cierta, no sabían que hacer, eran mucho más chavos que la otra pareja y le sacaban un poco.

El “Bobby” fue al grano (además de traer ya una tacha encima), bueno más bien a la recámara a donde se llevó ligeramente brusco, vamos apasionado a Nuria. Ella volteó a ver a Enrique como preguntándole si cedía o no, pero su brother ya estaba en el sillón fajando con la colombiana.

Y aunque Nuria no era virgen y ya se había besuqueado a media escuela y a mil novios de las otras, no tenía mucha experiencia en la cama, más bien tenía fama de calienta huevos, y a la hora de la verdad casi se cagó, cuando vio al tipo este desnudo, con un member super huge, que hasta dudó si le iba a caber, pero el wey ya la había dejado sin ropa, habiéndose colocado el respectivo condón naco con aroma a fresa (no mamen, ¡qué mal gusto!, ¿quién le dijo a este puto que eso es nice o que prende?) Bué, entre el aroma a fresa y la revolcada de su vida, de esas que te dejan dolor de cuerpo aún antes de terminar el segundo round (iba a decir palo, pero suena feo)… Nuria no sabía ni qué pedo, el cabrón este, la colocaba en varias posiciones al estilo “Kamasutra for dummies”, manipulándola cual mona inflable, como si fuera de goma.

En tanto su cuate se tiraba a la rubia en la sala, más bien la rubia se tiraba a su cuate, nacamente con otro condón pero de aroma a limón ( ¿en qué mundo eso es cachondo…? Bué).

La hora de la verdad llegó. El “Bobby” salió a la sala en balls (iba a decir en pelotas, pero también suena gacho…) mientras la colombiana hacía lo suyo hincada… (si saben de lo que hablo ¿no?).

“Bueno qué pedo aquí, ahora los 4…”

A Enrique se le cayó la quijada al piso, primero por el blow job y luego por la propuesta del mamado!
-¿Cómo que los 4? (dijo con la voz temblorosita el Quique)
-Bueno, qué no es tu chava?, ¿o no te la has tirado todavía, puñal?

Y la colombiana pa´ pronto (claro también entachada), – ” Yo quiero besar a tu chica… ¿puedo?, vamos a la recámara.

Incorporándose Nuria comenzó a vestirse muerta de miedo, la neta las chavas no eran lo suyo y era un hecho que no se iba a tirar a su mejor amigo enfrente de este par de colmilludos.

El “Bobby” se dio cuenta de que Nuria se rajaba…

-Nada mamita, a dónde crees que vas …
-Ya nos tenemos que ir… dijo Nuria (A verdad cabronsetes, ahora les salió el tiro por la culata…)
-Ni madre, ahora nos cumplen… (el Bobby encabronadito)
- Nel cabrón… (muy salchichón el Quique), ya párale, no le vamos a entrar.
- Ni madre, ustedes empezaron ahora se chingan… (mamoneando el Bobby)

Entre que sí y que no Nuria ya estaba vestida, agarró su bolso, y el Quique subía apenas el cierre y se abrochaba el cinturón, sin camisa y descalzo…

Nuria lo agarró de la mano en putiza y salieron de aquel depa apestoso de la Zona Rosa.

-Güey mis zapatos,
-¡Vámonos pendejo, o estos nos van a putear! (gritaba cagada de miedo Nuria).

El pobre pendejo de Enrique, salió a la calle sin cacles, ni camisa, ni celular, y sin erección por el puto miedo.
Al menos Nuria pudo agarrar su maxibolsa carísima con todas sus chivas, así llamó a sus cuates, pero ya se habían ido del after hacía 2 horas, ante tal escena, paraban a los taxis, pero no los subían, por obvias razones…

-Wey, ni pedo deja le marco al chofer de mi papá y le doy una lana para que no diga nada… (La Nuria, influyente).

En la esquina que esperaban, pasó una camioneta con varios chicos gay echando desmadre, y cuando vieron el hermoso torso del Quique, se detuvieron a chiflarle, y a gritarle mamdas a Nuria:

¡Perra, presta pa acá, que le va a dar gripa…!

¡Perra tu puta madre marica! (uy qué agresiva la Nuris).

- Pérate Nury, diles que nos den un aventón!
-No mames, y encima que te cojan ¿no?

 Y así los gays se arrancaron en su camioneta de Scooby Doo.

En eso llegó otro taxi que sí los trepó…

-¿Todo bien jóvenes?, ¿los asaltaron?  Preguntó el chofer. ( Y antes digan que no llegó una patrulla porque los culeros los trepan sin preguntar… hijos de su madre).

-No no, pero nos puede llevar a Palmas porfa?
-Uy hasta allá, les va a salir caro, ya son casi las 6…

Así, llegaron primero a casa de Nuria, su jefe ya los esperaba en la puerta todo preocupado… pero como el Quique era casi de la familia, pus al jefe si le dijeron que los habían asaltado, total Nury le pasó una sudadera, unos tenis de su hermano y su jefe lo llevó a su cantón sin pedos…

A partir de este evento, el 1, 2… no se les ocurrió más, sobre todo porque cuando terminaron la uni, Nuria se fue a estudiar a Londres y el Quique, decidió que era hora de tener novia de planta.

fredhel.cuesta@publimetro.com.mx

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Dedicada esta semana a mi entrañable amigo Rodrigo Abascal.