martes, 29 de junio de 2010

EL BECADO

Paolo estaba por cumplir los 21 años, llegó al DF de una pequeña provincia italiana llamada Urbino, (yo la compararía con Celaya…) El chico estaba estudiando para chef y consiguió una beca de intercambio para aprender cocina mexicana gourmet en la gran urbe.

Como muchos extranjeros (ignorantes, claro), Paolo imaginaba que México era una especie de desierto con burros, pencas nopaleras y enjambres de paja rodando por las polvosas carreteras vacías.

Se le hizo fácil aceptar el viaje y la propuesta, Paolo llegaría a casa de una linda familia católica que prometía cuidarlo y protegerlo de todo mal…

El mocosito despertó con el aviso de abronchen sus cinturones que vamos a aterrizar… asomó su carita de Peña Nieto por la ventanita quedándose en shock al ver que la gran urbe no terminaba en ningún cuadrante, eran edificios y más edificios, nada de desierto, nada de burros, nada de nada… Su primer shock fue cuando llegó al aeropuerto, andaba medio perdido, pero por fin llegó a migración, pocas fueron las preguntas que le hizo la chica del módulo, pues la monita se quedó pendeja al ver lo guapo que era a pesar de su baby face ; Altísimo, delgado, ojos azules enmarcados con cejas, pestañas y cabello castaño, nariz grande pero perfecta y una boquita ultra besable, esa era la primer señal de que el pequeño chef iba a tener una maravillosa temporada de ligue en esta ciudad, (pues seamos honestos, personajes como estos rara vez caminan por las calles).

La familia Hernández ya estaba esperándolo con su letrero chafita afuera de la llegada internacional. Ahí estaba toda la banda, Doña Aurora, Don Ernesto, Aldo y Enrique toda la familia Riacatán! Paolo casi no hablaba español, pero ni falta que le iba a hacer…

De entrada la familia llevó a Paolo a comer tacos, valiéndoles madre si su estómago come pasta los iba resistir, pero no le pasó nada. Llegando a la casa se instaló en la recámara de Enrique que era casi de su edad pero súper ñoño.
Ya para el jueves Enrique lo invitó a una reunión con sus amigos… extraño, no había chicas, Paolo no daba crédito como una pseudo fiesta podría no tener mujeres sin ser tampoco gays, a pesar de la corta edad de Paolo, su genética italiana cachonda le pedía a gritos al menos unos besos o un faje, sus compañeras de la escuela no eran mucho su tipo, había pocas, otros eran gays, y las pocas que había eran bastante rellenitas para su gusto, (y la neta que ya de albondigas boloñesas estaba hasta la madre).

Total que el nerd de Enrique y sus nerdi amigos se la pasaron jugando Wii y tomando cerveza barata, Paolo casi se jeteaba en un sillón con su mp3… En esa corta semana observó, que por el contrario Aldo sí se divertía, varias compañeras de la universidad desfilaban por su cuarto disque para hacer un trabajo en equipo… así es que Paolo ni tardo ni perezoso, le llamó a Aldo para que lo sacara del infierno de los nerds y los videojuegos (¡vaya clase de diversión!, insisto, para esta gente al menos deberían creales su Wii porno, pero es real que algunos ñoñazos sustituyen a las mujeres por la tecnología).

Justo Aldo iba de camino a una fiesta, y su auto en cambio, iba lleno de chicas lindas. A Paolo le cambió la jeta, en esa fiesta había algo más que chelas y algo más que cigarros…

Desde la entrada el aroma a motita se hacía sentir, la variedad de bebidas en la cocina, y la gama de féminas fueron ya el paraíso de Paolo, además quién se le iba a negar al flaco come pizza!

En esa fiesta estaba Susana, la dinosauria, y le decían así, porque nomás no terminaba la carrera y había compartido con un par de generaciones la carrera, Susana moría por Aldo, pero el mamón cero la pelaba, a pesar de su buena estatura, cuerpazo, perfectas bubies, cintura breve y carnosos labios, pero a Aldo le gustaban más chiquitas y con cara de inocencia (más bien tenía fantasías de colegialas) y sin duda Susana no tenía nada de esto.

Susana se aferraba en todas las fiestas para lograr la atención de Aldo, pero jamás lo lograba, a pesar de su buen escote y sus zapatos carísimos de plataforma. Una de las ventajas de esta noche fue que la fiesta era precisamente en su casa.
En cuanto Su vio entrar a Aldo con las tres flacas, ni siquiera se percató de la guapérrima presencia de Paolo. De entrada se le colgó del cuello a Aldo, y a las tres casi colegialas las saludó con indiferencia pues eran como moscas estorbosas…

En eso, después de la fila de moscas, ¡Susana vio la luz!, Paolo la saludó mega cortésmente con doble beso, uno en cada mejilla como estilan los italianos, ¿y tú quién eres? ¿ay pero quién agitó el cielo?, ¡se están cayendo los angelitos! Aldo ni peló, el se fue directo a la cocina por unos tragos con sus tres chicas remedo de RBD.

Susana de inmediato tomó del brazo al señorito italiano y lo condujo a la sala donde estaba la musicota y la demás banda, quesque pa presentarlo… la neta es que cada quien andaba bien en su pedo, y mejor lo condujo a la cocina, claro también para ver a Aldo.

¿ Y este regalito de dónde me lo trajiste? preguntó Susana, Aldo medio con muecas le respondió., “Ah se está quedando en mi casa, pero el pobre anda re aburrido… y por cierto no habla español, ahí te lo encargo”, y sin más se salió con su harem región 4.

Pero Susana no se sacaba la espina de que Aldo no la pelara y salió tras de él dejando al pobre come gelatto solito.

Un par de horas pasaron, y Susana ya no se la estaba pasando tan chido, Paolo paseaba por toda la casa con chela en mano, pero a él neta sí que le había encantado la anfitriona, aunque la mensa seguía de arrastrada con el imbecil de Aldo.

La fiesta era un desmadre a eso de la media noche, Paolo se recargó en la pared cerca de la cocina pera ver pasar a Susana, de repente pasó un cuate gay que traía un popper y se lo dio a inhalar de pasadita, Paolo se elevó y regresó en un segundo, Susana caminó de salida y de nuevo pasó el amigo gay, colocando otra vez el popper en la nariz de Paolo, el italianito voló y cayó de nuevo, pero esta vez agarró valor.

Ahora se recargó junto a la puerta del baño, y a la siguiente vez que Susana pasó, la jaló del brazo y la metió al baño y sin prender la luz, de inmediato cerró la puerta. Así agarró a besos a la dinosauria, súper apasionadamente, y comenzaron a meterse mano imparables, en la completa oscuridad. Susana se quedó en “choc” cuando bajó la mano y sintió lo bien dotado que estaba el mocosete, no daba crédito de lo rico que olía, lo bien que besaba y tocaba, y lo suave que estaba su piel, por su parte Paolo también en “choc” cuando tocaba los voluptuosos y firmes senos de Susana, además su cinturita era hiper cachonda pues parecía un ocho, y abajo, el premio de sus grandes caderas y muslos voluminosos.

El termostato de los dos subió hasta el tope; de repente alguien tocó la puerta del baño, entre besos y gemidos Susana gritó ¡Está ocupado!… “Paolo, se que estás ahi”, de inmediato reconocieron la voz de Aldo, pero qué chingados le importaba si había otro baño en la parte de arriba… La parejita fogosa se detuvo por un instante como el juego de los encantados… “Paolo, vienes o te quedas ya me voy”… la pregunta aquí era, por qué Aldo estaba tan encabronado…?

a) Se ardió porque su fan número uno se estaba fajando a uno más guapo y menos culero.
b) Le cagaba ser niñero del italiano.
c) realmente quería hacer pis.
d) todas las anteriores.

El caso es que por fin Susana alzó la voz, solo le faltaba que si Aldo nunca le dio ni un beso en la frente, ahora los limitara…
Así es que grito de su muy sabroso pecho:

¡Se queda CA, en todo caso yo lo llevo a tu casa al rato!

El ardido de Aldo le dijo a Paolo, “Usa condón pendejo, uno nunca sabe con estas monas”. (Uta no lo odian, che macho de quinta).

Eso si que calentó a Susana, con esto se ajustó el escoté, le dio un empujoncito a Paolo y salió del baño emputada.

“A ver cabrón, cuál es tu pinche pedo, tú ni me conoces, ni sabes qué pedo con mi vida, en cambio yo si se que tuviste un trío e interactuaste con otro wey! y ni guante traías…” (Creo que toda la banda de la fiesta la escuchó).

Paolo no entendía un pito, bueno un carajo, movía su cabeza como en partido de ping pong…

Aldo se puso rojo, no supo que contestar, y dándole un zape a Paolo le dijo, “Andiamo” ( Que no mame, era lo único que sabía decir en italiano además de pizza!…) Paolo dio un pasito, pero Susana lo tomó del brazo y le dijo, “Nel tu te quedas”.

Aldo se fue encabronado con sus chicas RBD, que lo seguían como muñequitas japonesas…

La fiesta se había apagado después del incidente y como aún quedaba mucho alcohol, la música subió aún más de volumen y todos siguieron echando desmadre.

Susana retomó la actitud de ¿En qué estábamos flaquito?, y lo condujo por la escalera hasta su recámara. Ahí dentro todo era paz y silencio, Paolo no tardó nada en volverse a prender, sobre todo porque ya Susana se había quitado la playera y el “sujetador” (y digo así porque bra se oye gacho), de inmediato Paolo se fue directo a su cuello cual vampiro y fue bajando poco a poco, de inmediato le quitó los Jeans, y las braguitas (ya saben por qué digo braguitas no?). Paolo le hizo a Susana el sexo oral más maravilloso que la dinosauria haya experimentado, a la hora de la verdad, Paolo era una especie de vibrador, pero no de pilas, sino eléctrico, que a menos de que se fuera la luz, (con eso de las fallas de la CFE), el wey no iba a parar.
Susana experimentó varios orgasmos, era extraño como el aprendiz de chef aguantaba tanto sin venirse y le daba y le daba, la neta Susanita jamás había vivido algo así, hasta comenzó a cansarse, y Paolo no se detenía…

Por fin hubo un ligero break, la neta, ni cuenta se dieron si los asistentes se habían ido o no, pero ya no escuchaban nada, eran nada menos que las 3 de la mañana, y de nuevo Paolo inició, hasta que dieron las 5. Susana ya no podía más, era un hecho que el viernes no se iba a aparecer en clase de 7… (y luego porque no se graduaba…), a eso de las 9 en cuanto Paolo abrió el ojo, y como habían dormido de cucharita, otra vez se la agarró a en dicha posición, pero esta vez si terminó de volada, pues la noche anterior se había aguantado como todo un guerrero para volver loca a la mexicana.

Aldo llegó a eso de las doce y la muchacha le abrió la puerta. El cabronsete subió hasta la recámara y tocó la puerta.
¡Paolo, qué pedo, no vas a ir a la escuela! (qué huevos del Aldo, se tomó muy en serio el papel de mentor o qué pex).

Paolo nomás se puso los jeans, ya salió ya medio cagado. En su poco español le dijo a Aldo, que ese no era su problema, Susana se enredó una sábana el estilo griego y salió también.

Aldo le reclamó, “Este wey se está quedando en mi casa, además es más chico que tú” … Y eso qué coños, dijo Susana. Cuando Paolo captó el pedo, le dijo a Aldo que lo aguantara 5 minutos, cerró la puerta y comenzó a vestirse. A Susana se le prendió el foco…
¿Por qué no te vienes a vivir aquí, total no tienes que quedarte en casa de esa familia, aquí no habrá bronca con mis jefes y hay dos recámaras solitas… ¿te late?

Paolo solo dijo que sí y grazie!

En el camino Aldo no le dirigía la palabra al flaco, llegando a casa, Paolo habló con los ñores, les dio las gracias, explicándoles que se iba más cerca de la escuela con una amiga del curso, empacó sus chivas, le llamó a Susana y ella pasó por él. Aldo sólo se asomó por la ventana y les pintó el dedo a los dos.

A partir de ahí el intercambio de Paolo se tornó maravilloso, todas las noches se colaba a la recámara de Susana o viceversa y tenía el mejor sexo del planeta. Paolo se iba en bicla a su curso en las mañanas con una estúpida sonrisa en la cara…

Por otra parte, Susana se quitó de una buena vez la obsesión por Aldo y nunca más lo peló en la Uni hasta que por fin logró graduarse. Nadie sabe para quien trabaja…

Fact SEX&DF: Qué tiene de malo perder la virginidad, si conservamos siempre, la caja en la que venía envuelta…

Gracias por enviar sus historias, pronto habré de publicarlas, mientras tanto les deseo que destaquen siempre en su vida sexual!!! 

Fredhel@twitter

No hay comentarios:

Publicar un comentario