martes, 29 de junio de 2010

TRAS LA PASARELA

Guadalupe (vaya nombre original…) Nació siendo hermosa, a los 16 años ya alcanzaba el 1.76, tenía 

el cuerpo más lindo en todo Morelia, pero era de esos casos en donde no se podía tener todo, siempre fue bastante burra para la escuela, y con trabajos terminó la prepa con un promedio de 6.8, y eso porque su profe de mate estaba enamorado de ella y le pasó el extraordinario con 6.5.

Cierta tarde en la plaza mientras disfrutaba un helado y le compraba un globo a su sobrina, se le acercó una agente de modelos chilanga…

- ¿Has pensado alguna vez en modelar?
- No, para nada, de hecho estoy por entrar a la escuela de estilistas…

La agente le dejó su tarjeta por si algún día le interesaba venir a la capirucha y tener un empleo “decente”.

Guadalupe no pasó el examen de la escuela de estilismo, no supo diferenciar entre litros, mililitros, centímetros y pulgadas… las tijeras se le cayeron más de 3 veces y casi le mutilaba el pie al instructor gay, quien simplemente la reprobó (aquí ni su linda cara, ni su minúscula cintura, la salvaron del fracaso).

Ante ello, sus padres decidieron que con ese físico en Morelia no iba a pasar de atender la óptica que era el negocio familiar, y decidieron traerla al DF y tomarle la palabra a la agente de modas.

Preparó su maleta, la llenó de diminutas tangas, mucho lipgloss y varios perfumes. Sus jefes la llevaron a la estación y la despacharon a la gran urbe, y bueno, que “La virgencita te bendiga, Lupis”.

Ya por ahí del kilómetro 102 decidió cambiarse el nombre, cómo iba a ser modelo llamándose igual que la virgen nacional… no no, así, decidió autobautizarse como Deborah, (y Debbie, pa los cuates… que aún ni tenía).

Llegó a la central y tomó un taxi hacia casa de su prima Reina, la gordita solterona que tenía varo dedicándose a hacer pasteles mega chidos, y recuerditos para bodas, quince años y demás demonios…

Al otro día ya tenía cita con la agente…

Sin estilo ni confianza, llegó con sus tenis desgastados, pero eso si, con el rostro de porcelana y sus ojos avellana, a sus 19 con su 1.78 de estatura, las piernas más largas y torneadas de todo su pueblo… ¿quién no la iba a contratar?. Bien sabemos que un poco de maquillaje, buena ropa y clasecitas convierten a muchas chicas x (sobre todo las argentinas…) en modelos de pasarela, lo chido es que esta era mexicanísima.

Era un diamante en bruto para la agencia, quienes después de mandarla con los mejores maestros de pasarela, ganarían mucha lanita con la moreliana…

Para iniciar tenían que hacerle su famoso book o portafolios de fotos para poderla lanzar, así es que estuvo dos días completos en cambio de imagen, todos los tratamientos faciales, depilación, tinte, corte, cama de bronceado, bli bli, bla bla… Ella ya era hermosa natural, pero vaya que si no hay mujer fea gracias al maquillaje, imagínense como quedó la flaca.

Llegó al estudio, todas las lámparas, escenografías, fondos de colores, fotógrafos, productores y demás ya estaban esperándola.

La agencia contrató al fotógrafo más chingón del medio, un tipo ya canosón pero interesante, en sus mid 40´s, éste tío quedó impactado con la belleza de Lupis, digo Deborah, bueno la Debbie pa la raza…

Claro que Demián, el fotógrafo tenía un asistente, chamacón y bastante bonito, pero sobre todo bien pilas y movido.

A pesar de la belleza de Debbie, era una chica que no había vivido nada, tuvo su noviecito de la secu con quien duró 4 años, y tuvo su primera vez (el chamaco se rayaba, era bastante feito, pero bueno, la introdujo al mundo de la diversión…)

Su experiencia en la cama y con los hombres era casi nula, con su bajo grado de estudios, su tema de conversación se basaba en las telenovelas nacas de televisa y los programas de concursos de hueva…

Así inició la sesión de fotos, de entrada estaba nerviosa, pero con el calor de las luces y el 100% de atención puestos en ella, comenzó a sentir confianza, a quién no le gusta sentirse la reina, (¿aunque sea por un día en la kermés de la primaria?).

La sesión duró horas, retoque de maquillaje, cientos de shots, decenas del mejor vestuario… pero Deborah ya estaba lista para brillar ( y no precisamente con Mitsy).

Demián se ofreció a llevarla a casa, pero ella no aceptó, la neta prefirió irse en taxi o peserito. Demián medio se ardió porque ninguna chava en la vida se le había negado, cómo entonces una pueblerina se iba a dar el lujo, pero así fue, y no por mamona, sino por sacatona…

Ya en la esquina en lo que decidía si subirse a un taxi o a la micro… llegó Daniel, el asistente de Demián, mismo que tampoco tenía nave.

- Te acompaño, dónde vives
-Acá en la Portales
- Ah chido, yo vivo en la Del Valle, no estamos tan lejos, si quieres tomamos el mismo taxi, te dejo y yo lo pago te late?
-Ps si, ta gueno. (así hablaba ella en su natal Morelia, decía gueno y gonito… qué ñoña… )

Total, llegaron a Rumania, vaya, la calle en donde estaba la casa de la primaza.

-Gracias, mucho gusto.(se bajó la garrocha del taxi)
-Me das tu celu (pidió el Dany con mesura)
-Todavía no tengo, me digo Rocío que me iba a dar un radio, cuando me lo de te lo paso… ¿si gueno?

Ella como que cero sabía si lo volvería a ver, más bien andaba bien en su pedo, y a pesar de ser provinciana y muy cándida, el tal Daniel no la incomodó para nada.

Las clases de modelaje comenzaron, 6 días a la semana, ahí conoció a otras y otros modelos, había de todo, buena onda, mala vibra, envidiosas, gays, lesbianas, heterosexuales, y plurinominales… ( y ahora los australianos se inventaron el término NEUTRO para los asexuales).

Al poco tiempo Debbi ya estaba lista para su primer pasarela, una súper marca de ropa la eligió sólo a ella y a un brasileño para dicha exhibición, toda la banda de la agencia se ardió cabrón. Finalmente el gran día llegó, Debbie se veía inigualable, y las fotos corrían a cargo de Demian…

Debbie medio en shock hacía sus cambios de ropa, entre los racks veía chicas y chicos desnudos cambiándose en chinga, así es que tuvo que hacer lo mismo, y exponerse, Debbie tenía un sexy lunar justo bajo el ombligo, mismo que le llamaba mucho la atención a una modelo ucraniana que no dejaba de verla, tras un rack se le acercó y acarició su espalda, Debbie volteó extrañada, y vio el rostro sonriente de la rubia, quien la invitó a salir después del desfile, pero Debbie no la peló, eso de que la toquetearan nomás así no le latía.

Al terminar los aplausos, Debbie fue directo a ponerse sus pants y sus tenicitos, ahí ya la esperaba Demian y su largo colmillo…

-Esta vez me aceptas una cena, tenemos que celebrar tu primer pasarela.
- Gracias, pero estoy cansada. Esos zapatotes me mataron… me moría de miedo de caerme.
-Estuviste bellísima, si quieres te ofrezco un masaje de pies…
-No gracias, me espera mi prima a cenar y no la quiero plantar, buenas noches.

Demian se cagaba, no estaba acostumbrado a los no, y menos viniendo de una modelo mucho más joven que el, pues siempre su varo, su porte y demás, las traía locas.

Saliendo se encontró de nuevo a Daniel, quien la felicitó…

-¿Te acompaño?, ¿te late ir por unos tacos?
- No, chale, ya no puedo comer tacos, pero te invito a casa de mi prima hizo de cenar ensaladita de atún… ¿que gueno no?

Así de nuevo compartieron un taxi, mismo que Daniel pagó, en casa de la prima lo pasaron bomba los tres, contaron chistes, se cagaron de risa y Debbie contó cosas que había visto en la pasarela. Daniel se fue dándole un besito en la frente a la modelo.

La siguiente gran pasarela llegó, fue larga, fue maravillosa y de nuevo Debbie lució de poca madre. Esa noche vio muchas cosas tras los racks y los vestidores, al final de la pasarela se hizo un pequeño brindis, ella observó casi toda la noche, había chicas que se metían coca, tras los racks una pareja de chicos se besaban, en otra esquina, la ucraniana se daba vuelo con una argentina…

Debbie sólo tomó un poco de champaña y fue por sus cosas, de nuevo Demian la esperaba, pero esta vez con un ramo de rosas.

- Esta vez no me puedes despreciar la cena…
- Ta gueno, vamos…

El chofer los recogió en la puerta con aquella enorme y carísima camioneta. De lejos Daniel los vio y se regresó al desmadre a ponerse un poco pedo.

Llegaron a un edificio ultra lujoso en Polanco…

-¿No que íbamos a cenar?

Y vaya sorpresa, en la terraza del loft había una mesa para dos con velas, y una dietética cena a base de palmitos, pescado crudo y sushi.

Cenaron, bebieron y bailaron, Demian comenzó a seducirla sin más preámbulo, Debbie había quedado un poco “afectada” por las imágenes de sus colegas modelos teniendo sexo por todas partes tras la pasarela, al recordar varias de ellas, y lo que había sentido por un segundo cuando la ucraniana la acarició, bastó para que la mecha se le prendiera, y con aquellos besos en el cuello y en sus diminutos senos, no aguantó la tentación, y terminó en la cama con el fotógrafo, quien le trabajó el cuerpo como nunca en su vida, qué va, con su novio de Morelia que era medio precoz, pues nada que ver con la experiencia de este cabrón, quien ya teniéndola desnuda, se frotó aceite y le sobó los pies por varios minutos, después la besó de los tobillos hasta la frente, y sin que ella lo esperara, la penetró… la flaca no tardó nada en venirse, pero ese lobo de mar esperó y esperó para seguir volviéndola loca, hasta que ya no pudiera más…

Terminó el acto y Demian le pidió sacarle unas fotos desnuda…

- ¡Ni madre! (saltó la Lupe)- ya ves lo que le pasó a la Michel Viet y a la jefa de Lucero, no, no, no, yo paso…
- Pero van a ser artísticas, si quieres ni la cara te tomo…
- Nel, mi lunar todo el medio lo conoce, oye pídeme un taxi, mi prima me espera despierta y si no se preocupa y yo que no tengo pinche celular…
- ¿No te vas a quedar?
- No, la neta siento que aquí hay como cien fantasmas de modelos, bueno ahora seremos 101… (decía la flaca mientras se vestía).

El chofer de Demian la llevó a su casa… Ahí en la banqueta estaba Daniel esperándola, eran casi las 3 de la mañana…

- Daniel, qué haces, no mames, hace un chingo de frío, ven métete.

La prima la neta ya estaba roncando.

Daniel estaba bien pedo, bien triste y bien congelado…

Debbie lo metió a su cuarto, lo acostó en su cama y lo tapó. Ella se dio un baño. El tiro había estado chido, pero la neta ese cabrón no le latía nada, y ahora que ya se la había tirado, seguramente ya ni la iba a pelar.

Así, se metió a su cama, abrazó a su amigo y se quedó dormida con la frente recargada en la espalda de Daniel.

 

Fredhel Cuesta@Twitter

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