martes, 29 de junio de 2010

HASTA QUE ME DE LA GANA!

Bertha era contadora, se encargaba de todos los números de la empresa, hasta de solapar los 69 de su jefe, los 15 de la hija de su otra jefa y los números rojos de la tarjeta de crédito de la esposa engañada de su jefe…

La neta  no era de mal ver, para serles franca era de lo más agraciada que había en esa oficina burocrática y fea. Era una chica educada, discreta y bastante buena onda con la banda malvibrosa, honrada hasta el oxxo de la esquina y fiel a la ética con los dineros…

Tenía una gran virtud de la que pocos podemos jactarnos, sabía dejar los pedos de la oficina en su archivero de metal abollado (por la patadas de ciertos nacos, que hacen catarsis ahí cuando nadie los ve), al salir era Bertha, la chava poca madre, que adoraba ir a chelear los jueves con su novio y los amigos de su novio… pero ese jueves no sería igual.

Al salir de aquel viejo edificio en la calle de Regina, Eliseo la esperaba en su “churu”, como todos los jueves, corrió, entró a la nave, lo abrazó y lo besó, pero esta vez notó un rictus de resistencia y extraña actitud.

-¿Qué te pasa osito?
-MMM nada… (pensé que eso sólo lo decíamos las muyers, pero nel).
-Andas raro, ¿tuviste algún pedo en el taller? (era mecánico, pero el dueño del taller era su papá… ni tan raspa).

No habían pasado ni tres putas cuadras cuando se orilló (¡¡¡Sí a la orilla!!!)

A ver para no echarles todo el choro, enlistaré los lugares comunes que se colaron en dicha conversación.

“Extraño mi libertad, no eres tú soy yo, no estoy listo para una relación, tengo miedo de lastimarte, tú necesitas vivir y conocer a otras personas, no es mi momento para algo serio…”

(Por cierto, me ahorré las más mamonas, digo pa que no se me aburran o pa que no las copien desgraciados).

Bertha podría estar de lo más enamorada de este hijo de puta, (y le llamo así por el poco tacto que tuvo -de por sí cortar es difícil, ¿pero por qué no lo pueden hacer más suavecito?-, ya veo porque muchos otros nomás se desaparecen y se evitan dicho trámite, bué eso es más de maricas…) pero la dignidad de esta chica sobrepasaba cualquier corazón hecho trizas, así es que me pongo de pie (sí aquí en mi escritorio del Publimetro, y no me quito el sombrero porque no traigo). Bertha no cuestionó, no respondió vaya, fue ZIP THE LIP, le dio un beso en la mejilla, y encima le dio las gracias por todo lo chido que vivieron (sobre todo esas noches interminables en la oficina del taller…) y así agarró su cuerpecito y lo bajó de la puta nave, tan educada que ni siquiera azotó la puerta para que el espejo jodido, al menos se terminara de caerse !!!ESAS SON DAMAS Y NO PEDAZOS!!!

Ahí en medio de la noche caminó sin rumbo (jaaa poético, es decir, no tenía ni idea hacia dónde guiar sus taconazos). Hasta que bueno, llegó al metro Isabel la Católica y se dirigió a casa (a unas cuadritas del metro Zapata, allá en la Portales).

Saludó a sus jefes que ya estaban cenando, pero claro, qué puta hambre puede tener una cuando la acaban de mandar al coño… ¡¡¡ni la mejor concha con nata te consuela!!!, sus papás se percataron de que algo andaba mal, ella sólo les dio las buenas noches y se fue a su recámara, misma que compartía con su tía Martha (la tía solterona pero re apapachadora y a toda madre), quien por cierto estaba afuera chismeando con la de las quecas.

Bertha se quitó los tacones, y agarró la cajota de pañuelos faciales (no quiero decir marcas- a ver cuándo diablos alguien patrocina este blog!!!).

Y así derramó varias y varias, de esas que parece que te abren la llave y se rompe, lloró hasta quedarse jetona, pero se hizo la promesa de que al otro día, ni una más, ni un moquito, nada, nada de nada!!! de pie, como las grandes.

Y gracias a Dios era viernes, y salía a las 4 de la tarde, desde las 12 convocó a sus amigas para irse a bailar salsa, no hay nada mejor que bailar para sudar las penas hasta que las piernas ya no te dan y no se te ocurre hacer nada más con ellas.

Seis amigotas baila y baila, y claro, su tono pelirojo de tinte llamaba mucho la atención, en eso llegó un cubanote a sacarla a bailar… ustedes creen que dijo que nel??? PARA NADA!!! si pendeja no era! y bueno ya saben como la mueven (en la pista eh) los cubanos.

Dieron las 2 de la mañana, ya sólo quedaban tres amigas, y claro el cubano se la quería llevar a “su bodeguita de ENMEDIO”, Betha le dio las gracias, pero le dijo que nel. Así con la frente en alto, tomó el taxi con su cuata Mirna y se fueron a casa.

El sábado no podía ni caminar, eso de bailar salsa toda la noche con tacón, es de verdaderas guerreras (la neta yo me llevo tenis). Su tía le dijo que si iban a misa después de desayunar, Bertha aceptó.

Ya en el mercado estaba Ricardo, un mamado dueño de la cremería que siempre le había tirado los perros (quién creen que surtía de natas la casa de Bertha, a ver si los suegros hacían su labor).

Bertha se sentó medio de jeta con su tía en el local de la Barbacoa, y de inmediato llegó el Richi…

-¿Hola, hoy no vienes con tu verdugo?
- Ji ji ji, hay mijo, ésta ya no tiene verdugo! (dijo la tía metereta)-
-Ash tía shhh, callate.
- Ahhh si, ora si puedo tirarte la onda Bertiz… ya son muchos años, ya ni las vacas van a dar leche!
- ¡Pues no mi Rich, quien compra vaca si le dan la leche gratis! (¡AAAAMONOS!)

Y claro ese güey por mamado que estuviera no pudo responder… y mejor le dio un beso en la choya y le llegó.

-Ay mija, no lo desprecies, ese ponchado tiene mucha lanita, y te sacaría de trabajar-
- Tía y crees que estudié en el Nopalep nomás pa hacerme pendeja… yo me mantengo sola y encima les doy lana a mis jefes, así de chingona tu sobrina…
-Bueno mijita, no te me enojes… Pero si el tonto de Eliseo ya te dejó aprovecha.
- Ay tía, y que crees que tengo un pinche enchufe de on y off!!! ya tía párale y vámonos a misa.

Durante el sermón se jeteaba, así es que con respetito a san juditas y demás monitos… de puntitas se salió y regresó a casa pa’ tirarse en su cama.

Llegó el domingo, y el lunes, y así pasaron varias semanas, y neta el tiempo lo cura todo.

Otro viernes por la tarde, rumbo al metro, se le acercó un chavo de no mal ver en una moto, y ella claro siguió caminando (en esta ciudad ya no sabes quién te liga y quién sea caco…)

“Hola, hola, oye, espera”, orilló la moto, (¡¡¡¡si diantres, otra vez a la orilla!!!)

Ella bajó el paso pero siguió caminando;

-Te llevo, traigo otro casco…
-Qué, y tú quién eres, o por qué me vas a llevar, además traigo falda… no gracias.
-Bueno, me das tu celular y la próxima paso en mi nave.
-Y por qué diablos te voy yo a dar mi celular…
-Ay, ya no muerdo, ándale, te he visto por acá varios días, pero creo que andabas con alguien ¿no? (uta encima Elefagente).
- Ah, o sea que me espiabas.
-No oye porque tan enojona, tengo un local enfrente de tu oficina, te he visto al menos unos ocho meses…
- 5511483602 si lo cachaste chido si no es tu bronca. (ni marquen lectores ese número no existe jaaaa).

Bertha siguió caminando hasta que entró al metro, en donde la moto de Gualter (si con G) no pudo entrar, pero el güey, no me pregunten cómo pudo grabar el número en su “AYfon” .

Al otro día ya le estaba marcando, pero ella si no reconocía el número no contestaba.
Y así pasó una semana, y para no ver al mono del local salía por la puerta de atrás, ese wey andaba re sacado de onda y dejó de insistir por varios días.

Cierto jueves Eliseo hizo una aparición estelar al pie del edificio, pero por más que la esperó Bertha no salió (no contaba con su astucia). Tons Eliseo le marcó, pero como ella ya iba en el metro pos ni se enteró, lo cual claro como todo hijo de la mala vida ese güey se picó más (bueno se clavó, ash o sea le dieron más ganas, dejen de alburear!!!) 

Cuando Bertha llegó su ex ya estaba afuera de la casa esperándola con una Viña Real (qué fino, ¡pinche naco! y así la quería reconquistar???)

Bertha se acercó a la nave… ¿Qué (chingaos) haces aquí?

- Sube, no, te he extrañado, vamos a darle un traguito a esto…

Bertha subió al coche, y le plantó a su ex el beso de “joligud” (si, es mi marca registrada), Ese güey se quedó con cara de pendejo, y Bertha le puso la mano en dicha sea parte, (paquete, que le llaman algunos) y el tipo moría de inmediato se puso re dura… la situación.

- Qué paso linda, ya veo que también me extrañaste, ¿vamos al taller?

Bertha tomó la Viña Real, le hizo ojitos encantadores al güey y….  AGITÓ LA VIÑA REAL CON TODAS SUS FUERZAS Y SE LA ROCIÓ AL HIJO DE PUTA COMO SI FUERA EL GRAND PRIX…¡¡¡¡¡ jaaaaa!!!! y se bajó de la nave.

¡Cabrona! me las vas a pagar, pero vas a caer, quién te crees, pinche nalgona!

Y con el meneo más coqueto de su vida se metió a su casa.

Al otro día salió de la oficina por la puerta principal, y ahí estaba el Gualter, pierna en moto, pierna abajo (al estilo Sebastián Rulli región 3 porque bueno el Rulli es región 2  tampoco es Brad Pitt)… Ella lentamente se le acercó… ¡Qué onda!

- Por qué no me contestas, pensé que ya no chambeabas aquí-
-Ah no, es que me mandaron de viaje, ya sabes, la vida de ejecutiva (ayyy ternura la Bertha)-
- Cuándo vas a salir conmigo.
-Va el jueves a las 6, y me traigo mis YINS, para subir a la moto zaz?
-Dalo por hecho, ¿te acerco al metro?
-Va va.

El pinche Eliseo no se quedó tranquilo, y llamó y llamó.

-Quiero que hablemos.
-Va, va, te veo a las 6 el jueves en la puerta de mi oficina.

El culero pensó. “ZZZZ A huevo, esta ya cayó, ora si vamos a reconciliarnos…”

El jueves a las 6 todo coincidió (ni el cabrón de Almodóvar hubiera podido producir algo así), Eliseo esperaba en su nave, todo seguro de sí, con su mejor camisa “american igul” y su loción AZARO (¡¡¡no mamen, todavía la producen!!!).

Bertha se puso su mejor pantalón de mezclilla, esos que logran que tu trasero se vea mejor que el de JLO, con la cintura de Thalía y las piernas de Paty Manterola. Blusita escotada, botas chingonas, peinadazo alaciado express de a 50 varitos, maxi bolsa TUS (no Tous, para esa no le alcanzaba).

El pinche Eliseo ponía su cara de “ya chingué a huevo, se arregló para mi” che vieja si la traigo muerta, me va a perdir perdón por la puta rociada del otro día... (ajaaaa! si pendejo, me cago de risa de imaginarlo LOOOSERRRR).

Parecía que Bertha se dirigía al jodido churu, cuando de repente, desvió el camino, cruzó la calle y subió a la moto de Gualter (que sí hombre, con G!).

Agitó su alaciada cabellera hacia atrás se puso el casco, guiñó el ojo al pendejazo de Eliseo, bajó la careta de plástico y el Gualter se arrancó. ( Yo, además le hubiera mostrado el dedo medio).

Les dejo a ustedes, mis queridos lectores, la opción de imaginar cuanta madre haya hecho Eliseo por ardilla… pero ese ya no es mi pex.

Este par en la moto eran la pareja que el centro histórico estaba esperando… fueron a cenar a la Roma, se dieron unos buenos besotes… pero cuando Gualter manejaba rumbo al hotel… Bertha le pidió que se detuvieran.

“Aún no, llévame a casa, no es falta de ganas, pero necesito más tiempo, al menos ya estuviste entre mis piernas, claro en la moto”. (Mi abue me enseñó a que hay que saber cuándo cerrar la boca y cuándo cerrar las piernas, ella tan sabia).

Bertha como una reina caminó a casa moviendo su lindo trasero…

Gualter (que siiii, es con G y me vale) supo esa noche con quién se metía, o más bien con quién no se había podido meter… pero ese simple NO, logró que el güey cayera rendido a las puertas de su oficina los días subsiguientes.

Fact SEX&DF: No siempre el sexo es el gancho por excelencia, existen otras variantes.

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