martes, 29 de junio de 2010

LAS DOS OPCIONES

(Cualquier similitud con tu estilista NO es mera coincidencia…)

Era una noche de viernes, Martha no tenía plan para salir hasta que a las 9 y algo de la noche le llamaron sus amigas ( en aquel entonces de cinco, cuatro eran solteras). Se arregló en friega y se hizo el firme propósito de pasársela bomba, había sido una semana del perro en la chamba de estilista, le urgían unos tragos y ver caras nuevas, además qué mejor opción que salir con su banda de amigas fashionistas, maquillistas y diseñadoras para reírse, hasta las lágrimas, con los mismos chistes locales que manejaban desde la escuela de belleza.

Finalmente ella las alcanzó en el antro de salsa, agusto, música sabrosona y tragos económicamente accesibles , aunque no de muy buena calidad. La noche comenzaba y no le pasaba por la cabeza que tendría alguna aventura, pues la noche pintaba como cualquier otra de viernes, es más, ni siquiera se había programado para ligar, pegar su chicle, aprontarse, o que mínimo le dieran un tímido arrimón.

Como una quinceañera se puso a bailotear cuando el grupo, tributo a la Sonora Santanera, tocó en vivo, y se divirtió como puberta.

Casi al final de la noche, se le acercó de la nada un argentino ( de esos clásicos que llegaron a buscar fortuna a México, como si México fuera la gringolandia de Sudamérica, pues aquí somos tan malinchistas que si llegan esos personajitos que no están de mal ver , consiguen chamba de volada, aún antes que cualquier Yupito de segunda que al menos tenga un diplomado en la Universidad más chafa…) El caso es que como ella cero se lo esperaba cuando sintió ese tonto golpeteo dactilar en el hombro volteó de inmediato. Ni siquiera recordamos el nombre de este individuo, pero llamémosle Sebastián (por no dejar…) El tipito comenzó a platicar con Martha de cosas triviales, pero la conversación dio un giro más intelectualoide cuando ella le cuestionaba cosas más profundas, entonces Sebas se dio cuenta de que la chava al menos era inteligente (además de que no era nada desagraciada, digamos y como era estilista traía muy buen look) Pero como ella estaba disfrutando tanto de la compañía de sus amigas, simplemente le dio el avión y Sebas no tuvo más opción que llegarle bajo la muletilla de “voy a la barra por otro chupe”.

A eso de las 3 y algo de la mañana sus amigas comenzaron a retirarse una por una, hasta que Martha se quedó con Iliana y continuaron en el “mood” de pasarla “bomba”!.

Casi a las 5 de la madrugada cuando ambas fueron por la última tanda de desarmadores con sabor a éter, Martha volvió a ver al Argentinete, hicieron contacto visual y él se le acercó de nuevo, continuaron con la mismita plática de risa loca y metáforas de quinta… Iliana ya estaba un poco hasta la madre y pasó a retirarse, a Martha le valió queso y se quedó con Sebas. Sin duda a los poquísimos minutos Sebas hizo la “propuesta indecorosa”. Martha ya medio peda aceptó, (siempre bajo la premisa de “total ya tengo edad de hacer lo que me de la gana”…Al salir, se dio cuenta de que Sebas estaba bien pedo, al grado de que el tipo casi ni podía manejar su tercemundista Chevy color dorado, con el interior bastante sucio…desde ahí Martha pensó “Chales” pero ni pedo….” ( o bajo la premisa de que un llegue es un llegue…) Martha fue por su “bochito” y siguó a Sebastián hasta su depa en la escandón.

Mientras subían la escalera y el tipo cantaba el himno del Riverplate (¡ni al caso! “y si por joder yo canto América, ¡Aguilas!…nah, pensó). Llegaron al depa, el Argentinete tenía colgado en la puerta un ojo turco, (no mames, pensó Martha, pos quién le querría hacer mal de ojo al chaparrito…) En la única mesa que había en la sala, se posaban 2 portaretratos con la foto de Sebas y una vieja, digamos bastante buena (Argentina sin duda…para qué mentir) Sin que Martha preguntara, el tipo salió con que la chava de la foto era el amor de su vida (“Uta culero y quién te preguntó…”) Y así continuó la noche, hasta que pasaron a la mini habitación que al menos tenía una cama matrimonial, pero ni cortinas en las ventanas, gracias a Dios era de noche y los edificios de al lado no le verían el trasero al wey con la luz apagada.

Al inicio de la “lucha libre” Martha no tardó en cuestionar…¿Tienes condones? Y era de esperarse que el naquete come provoletas dijo que…¡NO!, pero Martha loca y no tanto tenía la premisa de que “no globe no love” al menos siempre sus amigos estilistas que eran unas reinazas le decía que siempre se portegiera y ella hacía mucho caso, a esa horas , ya casi amaneciendo Sebas no tuvo otro remedio que lanzarse a la farmacia que abre 24 horas y comprar unos condones “Ultra sensitive”, llegó en chinga, se volvió a quitar la ropa y se puso el respectivo latex en el lugar indicado y de manera indicada…”el miembro” no estaba tan mal dotado, y “el acto” no estuvo tan mal del todo…digamos que del uno al 10, con tareas y participaciones Sebas se ganó un 7.5.

De ahí el agotamiento hizo que Martha cayera en cuanto planchó la oreja ya sin acto sexual…y a pesar de que el solazo de las casi 7:30 de la mañana del sábado ya pegaba en la jeta de los dos.

Martha perdió la noción del tiempo, y lo primero que vio al abrir su ojito izquierdo fue el “miembrito argentino” cerca , muy cerca de su boca….¡Qué pedo! Fueron las hermosas primeras palabras que Martha pudo pronunciar en la soleada mañana…El wey a huevo quería un melódico “blow job” a esas horas, Martha no llevaba ni 4 horas completas de sueño. El wey a huevo y a huevo insistía, y si no era eso quería un buen palo, tan intenso como el de 4 horas atrás, Martha se asqueó, que puta manera de despertar, nunca nadie la había despertado a huevo para exigirle un “Guaguis” desmañanero….en ese momento pensó de inmediato… “coño esto me gano por tirarme a un puto desconocido, nomas porque no es prietito como mi ex, el Ramón!!!”. Al ver el rechazo de Martha, Sebas le pronuncio esta hermosa y “romántica frase” con un melodioso tono argentino…”Tenés dos opciones, o cojés, o te vas”….Martha no lo pensó dos veces, con la ojera a todo lo que daba, la cruda física y moral, le respondió. “pues me voy, pinche naco”.

Así Martha comenzó a vestirse, lo peor es que el tipo se le quedaba viendo mientras ella lo hacía, como retándola, además de que él prendió un cigarrito como denotando ligereza….

Martha se largó azotando la puerta, el ojito turco que estaba colgado seguramente hasta se abrió más ante tal escena, además Martha ya tenía agendada a la señora Rentería para rayos y corte a eso de las nueve de la “madrugada”.

Cuando llegó a su coche se dio cuenta de que su reloj pirata Gucci, la pulsera de plata de Taxco que le había dado el Ramón, su anillo de graduación de la escuela de belleza, y sus aretes made in China, se habían quedado en el buró de la cama del muchachete.. . ¡¡¡“Me lleva la verga!!!” y ahora qué chingados hago, ni modo de regresarme” pensó, pero claro dijo “ni madres! Hasta dejarle mis pocas joyitas para que se las endose a otra cretina, nel”.

Martha subió de regreso y toco tan fuerte que el ojo turco hacía eco en la puerta, el tipo abrió como si nada, ella entró de huevos hasta la recámara, agarró sus “alhajas” y del mismo modo se largó…El tipo seguía fumando y con la entrada y la salida fugaz de Martha el humo cambiaba de dirección, hasta el escaso copete de Sebas se movió con la mentada brisa para sólo decirle a Martha “Ciao”.

Ya en su navesita, Martha se cagó de risa, metió primera y se largó a su casa para darse un baño y rendir en la estética… ya no podía esperar para contarle a la Britney y al Mau su chocoaventura.

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