martes, 29 de junio de 2010

HOTEL DE JABON CHIQUITO

Armando acababa de llegar al DF, con el fin de encontrar chamba, ya tenía algunos contactos y se sentía optimista.

Dejó su natal Guanajuato, y a una mujer que lo reprimía noche y día, había dejado atrás a su banda de amigos, misma que incluía su equipo de futbol dominguero y el taco de ojo de sus porristas.

El soñador ejecutivo no tenía familia ni perro que le ladrara en la ciudad, alguna vez (cuando su único contacto con el exterior, era a por medio de internet) conoció a una chica y chateaban un par de veces por semana.

En lo que agarraba chamba tuvo que vivir en algunos moteles baratos, tal pareciera que Calzada de Tlapan fuera la “costera chilanga”, pues ahí hay de todos precios y calidad, comenzó con el de mayor precio, tampoco quería pasar muchas incomodidades, no fuera a ser que se deprimiera llegando…

Las primeras noches, durmió como piedra, después de sintonizar el canal porno, hacerse su respectiva “libera tensiones” (leáse chaquetiux) y persinarse pa´encontrar chamba al otro día.

Un par de semanas pasaron, ya estaban por avisarle si le daban la chamba o pasaba a formar parte de las millonarias estadísticas de desempleados del país.

Ya para ese entonces el hotelito bajaba de catego, ya ni tele había, las sábanas eran por demás rasposas  y de jabón blanco, pasó a jabón rosita con aroma a detergente, además se olvidó del sueño profundo, pues todas las noches los ruidos sexuales se escuchaban cada vez más fuerte…

En vez de contar ovejitas, contaba cuántas veces la fulanita decía Sí, Sí, Sí, o cógeme, cógeme,cógeme, “dámela ya papito”; no le quedaba otra que imaginarse las cosas que oía y hacer su propio cine porno mental. Durante una noche de martes escuchó a un trío, dos chicas y un cabrón, las monitas gritaban como si las estuvieran matando, Armando se sorprendía de cómo una nalgada podía resonar tanto entre techo y piso.

Un jueves escuchó a dos tíos, y la sensación le aterró, eran sonidos bruscos, como si dos boxeadores se dieran con todo pero sin guantes; toda la noche se quedó con la interrogante, cuando escuchó a uno de ellos decir… “ahora el helicóptero”…

“¿Huh?, pos cual será ese, ¿vendrá en internet? ¿sólo será para gays?, o será porque te hace volar… Al saber, dijo, pero eso sí, al menos tardó un par de horas en tratar de descifrar el acertijo y ya tendría una tarea para el cyber café.

Un lunes escuchó a otra pareja decir ; Pásame el popper, ya ya! antes de que termine, pásameloooooo!

¿”Poper”?, o dijo, ¿Tóper?, o sea están comiendo y gritan… serán comedores compulsivos… Al saber.

Al día siguiente, Armando recibió la buena noticia de que había conseguido el trabajo y tenía que presentarse el lunes, ¡Chingón, ya se le estaba acabando el varo!, ya era viernes y quería festejar, pero pobre monito, ¿Con quién?…

Esa tarde fue por un six de chelas y unas papas, compró un par de pelis piratas en insurgentes pa´ verlas en su lap y planeaba una tarde de festejo para la semana entrante ya buscarse un cuarto de huéspedes y poder dormir como Dios manda.

Desde las 5 de la tarde ya había gritos, cabezerazos y nalgadas y demás demonios en los otros cuartos. Conforme Armando recorría el pasillo se daba color de nacionalidad, edad y género, ya era todo un experto en el arte del motel.

Después de cuatro chelas trató de dormir una siesta, cuando de repente tocaron su puerta, “ah jijo, quién chingaos será”, al abrir, una figura redonda abarcaba casi todo el marco de la puerta, era una gorda feliz, con complejo de flaca sexy, escotada, rubia y, por supuesto, con minifalda y tacones plateados, boquita (bueno buchaca) roja, y perfume barato…

¿Hola Ernesto, aquí es el blow job? (¡Hasta inglés sabía la gordis!)

- MMM no, soy Armando, tal vez es la habitación de junto.   Y cerró la puerta, ni siquiera le cupo en la cabeza hacerse pasar por Ernesto, con esa gran boca roja, pensó que tal vez se quedaría sin su fiel amigo al que llamaba “Gasparín”.

A eso de las 10 de la noche, Armando ya no podía más, de inmediato, recordó que en su cartera tenía el número celular de Amelia, su amiga de internet. Ni tardo ni perezoso le llamó. A la hora y media, Ame estaba ahi.

Compartieron una buena plática, él le contó todo lo que había vivido en la gama de hoteles y moteles en los que pasó 2 semanas.  De repente se hizo un silencio, y comenzaron nada más a escuchar lo que venía de las otras habitaciones, lo cual les hizo pasar el momento más divertido de su corta amistad, con cada sonido se cagaban de risa.  A eso de la media noche se quedaron dormidos.

Esa mañana de sábado, en cuanto abrieron el ojo temprano, decidieron vengarse de todos aquellos que no los dejaron dormir… y le dieron vuelo a la hilacha, los cogelones de la noche dormían plácidamente, así es que los amigos no aguantaron más y comenzaron con lo suyo, el punto del juego no planeado, fue repetir de manera lúdica, todo lo que habían escuchado, platicado y presenciado, sin duda fue catártico, adoptaron varios personajes, lo cual les hizo tener una experiencia, magnífica y fuera de lo normal, pero sobre todo, ruidosa.

Para Armando, retomar el sexo, después de dos semanas de sólo escuchar y después de meses de no hacerlo con su ex, fue gratificante, y para Ame, que apenas llevaba dos en su lista, el tercero fue de fábula.

A la hora de la ducha, Armando cerró con broche de oro, sacando un jabón fino de su maleta, aunque sea para que ambos olieran a hotel cinco estrellas…

Fact Sex&DF: Leí esta frase en una playera, y me pareció genial; “No necesito sexo, el gobierno me coge a diario”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario